El primer paso será realizar una inspección del soporte para preparar la superficie si fuera necesario. Las superficies deben estar limpias, secas (menos del 3-5% de humedad residual) y saneadas. Puedes entonces acondicionar el sustrato eliminando mecánicamente aquellas partes mal adheridas, rellenando las fisuras-grietas y, si es necesario, reforzando con un fijador adecuado. También nos aseguraremos de eliminar la presencia de eflorescencias, mohos, y cualquier resto de suciedad (polvo, grasa, óxido...)

Ya acondicionada la base, se aplicarán varias manos diluyendo entre un 5-15 %. En el caso de una superficie nueva o simplemente como imprimación, la primera mano la diluiremos a un 25-35 %. Es importante diluir siempre con agua no contaminada.

En cuanto a la aplicación, será de al menos 1.5- 2 Kg/m2 (ó un espesor de 1 mm) en varias manos y si además intercalamos entre ellas malla de fibra de vidrio (solapada un mínimo de 5 cm) conseguiremos prolongarla más.

Remover bien el producto antes de aplicar.

Las herramientas sucias y las manchas recientes pueden limpiarse con agua.

No debe aplicarse en condiciones climáticas extremas como son temperaturas muy elevadas (por encima de 35 °C ) o muy bajas (por debajo de 5°C ), presencia de lluvias, alta humedad(mayor del 80%), mucho viento, etc.